Celebro la actitud de quienes se apoyan entre sí para lograr algún fin. Aunque cualquier día es bueno para celebrar cualquier cosa, quizás con tanta información que tenemos de todas partes y con el ritmo de vida que llevamos y que es imparable, quizás por eso es bueno darle visibilidad a ciertos temas que nos incumben a todos y en este caso sin dudas quiero dedicar este post al compañerismo que es una de las bases fundamentales que necesita una sociedad para seguir prosperando ya que todos nos necesitamos los unos a los otros en algún momento de nuestras vidas.
El compañerismo es un sentimiento de unidad que surge entre las personas de un grupo o una comunidad, propiciando valores como la bondad, la solidaridad, el respeto y la confianza, y en sentimientos como la amistad y la empatía; se practica con reciprocidad, es decir, de manera mutua. Se trata de una formación del espíritu de compañerismo y que intervienen factores importantes como el respeto, la generosidad y la confianza; la posibilidad de ser capaces de llegar a acuerdos, de ceder, de dialogar y oír a los demás, lo que se traduce también en la colaboración y cooperación; las cuales buscan propiciar la interacción entre las personas sin distinciones de jerarquías, funciones o posiciones.
En lo que respecta al trabajo en cualquier ámbito el compañerismo se basa en la práctica de valores y es la base para que las relaciones prosperen haciendo posible pasar a las acciones, conseguir objetivos y generar lazos de unión en los equipos de trabajo.
Me gustaría también mencionar la palabra sinergia que busca la cooperación de los miembros de un equipo para alcanzar los objetivos. Por tanto, se dirige hacia una relación recíproca entre las personas con la finalidad de trabajar en equipo y tomar decisiones en función de alcanzar el éxito institucional. En este sentido, la sinergia implica tres elementos fundamentales: unión, cooperación y la existencia de objetivos comunes.
Me encanta saber que podemos compartir y apoyarnos sanamente sin necesidad de competir y potenciándonos los unos a los otros en nuestras habilidades y destrezas. Cuando conocemos cuales son estas y las identificamos en nosotros mismos y en nuestros compañeros podemos ensalzar las virtudes de todos para ponerlas en común y crear desde el respeto y la admiración proyectos en los cuales todos y todas salgamos ganando.
Tenemos la suerte de vivir en un mundo en el que existe suficiente para todos y si realmente todos fuéramos buenos compañeros, habría suficiente para abastecer a todos y a todas sin discriminación. Por eso es tan importante el compañerismo y por eso debemos fomentarlo desde que nacemos, desde el núcleo familiar.
Lo cierto es que vivimos en un mundo que es muy competitivo, pero pienso que todos nos necesitamos ya que es prácticamente imposible hacerlo todo por nosotros mismos y vivir al margen de la sociedad, ¿verdad? Con lo cual ser generosos ampliando nuestra red de contactos solo nos va a generar más prosperidad a todos, porque todos somos diferentes y gracias a esa grandeza la sociedad sigue creciendo.
La red de contactos me hace pensar en las redes sociales que están ahí como una herramienta muy potente para visibilizarnos, darnos a conocer y crear marcas personales, donde el CV pasa a otro plano y nos enfocamos en las personas, en qué pueden ofrecer, por y para qué. Especializándonos cada uno en lo que mejor se nos da y potenciándonos entre nosotros. ¿Qué hay mejor que eso hoy en día si utilizáramos correctamente las oportunidades que tenemos? Muchas personas ven esto como una posible amenaza cuando en realidad son fortalezas para todos si lo vemos desde un punto de vista práctico y más humano. Si todos hiciéramos uso correcto de las redes sociales y todos pudiéramos dedicarnos a lo que realmente nos gusta hacer y se nos da mejor, quizás podemos ayudarnos mutuamente siendo buenos compañeros. Admirando a las personas no por lo que tienen, sino por lo que son y por lo que ofrecen a la sociedad para hacer de ella un lugar mejor. Esto es tener compañerismo sano, no hace falta tener un vínculo personal muy arraigado con alguien para ser un buen compañero o para admirar a una persona.
Y como bien dice el refrán: “la avaricia rompe el saco”. Muchas veces la falta de compañerismo viene por el miedo a no ser suficientes, a destacar más de la cuenta o a querer más de lo que podemos tener o porque nos sentimos impotentes por alguna razón, ¿nos da miedo o envidia que haya personas que destaquen o les vaya bien porque intentan esforzarse cada día para lograr sus objetivos?
Para contestar a esta pregunta debemos hacer un ejercicio individual con respecto a esto, reflexionar sobre si realmente somos buenos compañeros o no, ver dónde fallamos, por qué y cómo podemos mejorar nuestras relaciones personales y laborales, porque al fin y al cabo nos ayudaremos a nosotros mismos.
Hagámonos responsables de nuestros actos y que la palabra compañerismo tenga un valor importante en nuestras vidas.
Feliz día 🙂
Rasha.
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